sábado, 26 de marzo de 2016

Cómo es estar conmigo misma

Hoy quiero escribir cómo es estar conmigo misma. Me lo pregunté porque sentía un gran vacío en mi interior y entonces me sentía obligada a hacer algo para que desapareciera, e incluso me estaba torturando a cada rato con la pregunta: ¿eres feliz contigo misma justo ahora?

Y la verdad es que, qué tortura es eso de sentirme obligada a estar feliz. No puedo sentirme bien todo el tiempo, y eso está bien. Y en cuanto al vacío, pues, para qué negar que sí siento que me falta algo. Luego por andar huyendo de él, no descubro qué es eso que me falta. Y ahí fue donde se me ocurrió que quiza me hacía falta yo, sí que me hago falta a mi misma. Pensé que quizá ese vacío era porque yo no estaba conmigo. Y si yo no estoy conmigo, entonces, ¿quién lo está, quién está en mi lugar? Nadie puede ocupar mi lugar, por eso cuando no estoy conmigo, me siento vacía por dentro.

Durante unos minutos, estuve un poco más atenta a lo que se sentía estar conmigo, y es lo que escribiré.

En esos momentos, experimenté tristeza, desesperanza, también sentí paz y tranquilidad, luego leí y mientras lo hacía no había emociones, pero sí había una tranquilidad de fondo, como la que siento ahora mientras escribo. Después dije algo que me hizo reír. Luego me distraje en facebook, del que pienso, me bombardea con montones de frases, pensamientos, creencias, que lo quiera o no, tienen un efecto en mí, como los comerciales de la televisión, que te bombardean de publicidad y terminas comprando sus productos, igual pasa con todas esas páginas que sigo. La mente siempre está siendo expuesta, nos demos o no cuenta de ello.

Pero bueno, ya me desvié del tema. El punto es que estar conmigo es una caja de monerías y pasan por mi todo tipo de emociones y pensamientos. En resumen, me pareció interesante prestar atención a cómo es estar conmigo.

viernes, 25 de marzo de 2016

Necesidad

Reconozco que tengo necesidad de sentir el amor y sentirme amada, de sentirme aceptada, de recibir atención y  reconocimiento por lo que hago, de sentirme cuidada y protegida, de escuchar palabras bonitas hacia mi persona, de saberme admirada, de saber y sentir plenamente que soy suficientemente valiosa, suficientemente hermosa, suficientemente inteligente, suficientemente divertida, suficientemente interesante, suficientemente buena, suficientemente capaz para todo lo que se necesita, también tengo la necesidad de sentir que no voy a a ser abandonada ni rechazada, ni engañada, ni lastimada.

Y también es cierto que durante años he estado esperando y buscando a esa persona que me brinde todo eso, y debo decir también, que sin creer que realmente lo mereciera. Que me avergonzaba aceptar que esas son mis necesidades y que durante mucho tiempo me he juzgado a mí misma por tenerlas, como si estuviera mal que yo tuviera todas esas necesidades y quisiera cubrirlas. Pensaba que no debería tener ninguna de ellas, pues eso me hace una mujer dependiente.

Hay una parte de verdad y otra que no en esto: la verdad y que ha sido realmente liberador para mí, es el darme cuenta que está excelentemente bien que tenga todas esas necesidades. El que tenga una necesidad, lo veía como si no tuviera algo y por eso lo necesito y me sentía mal por ser carente de algo y más aún por no conseguirlo. Pero está bien tener todas esas necesidades, todo los seres humanos las tenemos o las hemos tenido en algún momento de nuestras vidas. En lo que yo me he equivocado es en pensar, en creer, que algún día apareciería en mi vida un hombre que se enamoraría de mí y entonces todas esas necesidades serían cubiertas y no volvería nunca más a sentir ese vacío, esa angustia, ese miedo, esa desesperanza que se siente cuando tienes tanta necesidad de algo que parece no cubrirse y entonces sí, cuando ocurriera tal hecho, sería feliz e inmensamente plena.

Eso nos hace ser esclavos, depender de lo que haga, diga, sienta, piense o no haga, no diga, no sienta o no piense una persona. 

Yo en verdad creo que soy capaz de cubrirme esas necesidades pero a través de mi misma, y no queriendo cubrirlas, sí, pero al tratar de conseguir a alguien más que hiciera el trabajo por mí. Hoy puedo decir que me siento muy feliz por darme cuenta que está bien tener esas necesidades y por permtirme tenerlas, sentirlas y quererlas cubrir.

martes, 22 de marzo de 2016

Yo creo que amor entre dos personas esta representado en la siguiente imagen:



No me refiero a lo que dice, es más ni siquiera he leído lo que dice. Una persona es el papel y la otra es la tinta. Las dos están entremezcladas. La tinta se cuela por el papel y a su vez el papel se cuela por entre las líneas y curvaturas de la tinta y entonces hacen el amor. El papel permite que haya ese espacio para que la tinta sea y a su vez la tinta deja espacio para que el papel sea y entonces nace el amor. Porque amar es eso, dejar espacio para que el otro sea lo que es su naturaleza ser, ya sea tinta o ya sea papel. Y cuenta la leyenda que así nació la literatura.

lunes, 21 de marzo de 2016

Hoy más que nunca entendí por qué mis papás se divorciaron. Creía que eran tan diferentes que eso hacia que se llevaran mal, sin embargo, son tan iguales.
Cuando discutes con ellos, siempre creen tener la razón, ninguno acepta que puede estar equivocado y hace suposiciones sobre la otra persona con la que está discutiendo, sobre lo que cree que dijo, cómo lo dijo, por qué lo dijo, lo que asegura siente y piensa sin haberlo dicho siquiera.
Por eso en sus tantas peleas nunca pudieron llegar a acuerdos, a saberse comprender y escucharse el uno al otro, en lugar de ello, se culpaban el uno al otro. Y aunque las peleas no fueron la gota que derramó el vaso, crearon un ambiente hostil durante muchos años, que terminó en un motivo último para que se divorciaran y del cual no quiero escribir.
Si comento esto, es para que si alguien por aquí entra y lo lee, espero le sirva y se dé cuenta a tiempo, cuánto daña a una relación, el no saber escuchar, el no abrirse a la opinión del otro, el no aceptar nuestras equivocaciones y sobre todo el hacer juicios sin fundamento.

domingo, 20 de marzo de 2016

Sufrir por amor

Creo que ya he escrito antes algo parecido a esto: desde que tenía como 10 u once años, ya empezaba a fijarme en los niños. Y desde entonces, hasta ahora que ya poco me falta para llegar a los 30, he "sufrido por amor".
Con una u otra variante mis historias se repiten y ese patrón que se repite es el que me enamoro de alguien que no está enamorado de mi o que si lo llega a estar, al poco tiempo y de verdad que es muy poco tiempo, esa persona me deja, se aleja, ya no siente lo mismo por mí y yo... bueno pues yo me quedo en un mar de lágrimas durante mucho tiempo después de que la historia terminó. Y de verdad que mucho tiempo, años incluso.
Me llego a deprimir tanto que he llegado a tener ganas de suicidarme. Jamás he intentado nada, pero el dolor que se siente llega a ser tan insoportable, que uno llega a preferir estar muerto para no sentir ese algo que parece no irse de tu vida.
En todas esas ocasiones yo termino sintiéndome muy mal conmigo misma, disgustada por ser como soy, por no ser suficiente para que esa persona se quede a mi lado y de verdad me ame, sintiendo y creyendo que algo muy malo o feo debe de haber en mi que hace que esos hombres me rechacen.
En general ese ha sido el panorama.
Hace acaso unos minutos lloraba mucho, en parte porque ya se acerca el día de mi menstruación y eso me pone como que más sensible, pero tampoco puedo hacerme la que no ve, que si ese dolor esta surgiendo, es porque aún no lo he resuelto. Mientras lloraba y sentía eso tan feo que se siente en la garganta y en el pecho, que no sé cómo describirlo, pero seguramente cualquiera de ustedes lo ha sentido, me preguntaba por qué yo, tenía que estar sintiendo esto, por qué estaba "sufriendo por amor". "Yo no me merezco esto", me decía a mi misma.
Y en efecto, yo creo que yo no me merezco sufrir por amor. Yo creo que en ninguna de todas esas ocasiones, desde que tenía 10 años, merecía haber sufrido por amor.
No estoy culpando a ninguno de todos esos hombres por mi sufrimiento por amor, más bien fue mi falta de visión, de darme cuenta. Sí, de darme cuenta, desde lo más profundo de mi ser, que yo soy una persona valiosa, inmensamente bella en todos los sentidos, que sí, también tengo mi parte oscura, mis demonios y miedos internos, pero que yo no merezco sufrir porque un alguien me rechace.
Y que todos esos hombres, bien podrán hacer y haber hecho y tomado las decisiones que quiera, incluida la de no estar a mi lado como pareja, pero aún con esa decisión, yo no merezco sufrirla, yo no merezco sufrir por amor a causa de sus decisiones, porque yo soy una persona valiosa y me amo y desde hoy rechazo el más mínimo sufrimiento por amor. No puedo seguir haciéndome eso a mi misma.

Si yo soy tan valiosa como creo que soy, entonces yo no merezco volver a sufrir por amor, por el rechazo de mi persona, ni hoy, ni en un futuro.