miércoles, 25 de febrero de 2015

¿Realmente has comido una uva?



Vas sintiendo cómo tus muelas trituran esa forma redonda de color violeta intenso y su jugo es exprimido por ellas, pasa debajo de tu lengua, moja toda tu boca, se siente el terciopelo de su piel junto con la textura acolchonada de su carne. Pasa a través del esófago y te deja un sabor astringente en los músculos de tus mejillas. Y si para esto tienes de fondo el concierto Primavera de Vivaldi, bueno… se vuelve una experiencia religiosa. Si además les digo que estás consumiendo cantidades importantes de resveratrol, el cual previene ciertos tipos de cáncer, seguro que nos sacudimos la flojera y vamos por unos racimos al mercado.

lunes, 23 de febrero de 2015

Desde mi cielo

Empecé a querer formarme el hábito de meditar antes de irme al gimnasio todas las tardes. Me subo a la azotea de mi casa y trato de hacerlo. Hoy subí para intentarlo.
Vivo en una especie de vecindad y cuando estaba en ese espacio que siento como si fuera mi lugar secreto a la vista de cualquiera, mi vecina llegó con su carro y empezó a hacer mucho ruido. Eso me puso de mal humor porque así no puedo encontrar esa paz que busco cuando voy allá arriba. Entonces me puse a admirar el cielo, que tenía unas tonalidades muy suaves: azul clarito, rosa, gris, era una buena combinación de colores los que pintaron hoy el gran techo. Y mi vecina seguía con su ruidajo y yo turbuleante entre el querer disfrutar y no estresarme y el sentirme enojada porque la situación no era como yo quería. Ella estaba recogiendo unos montones de tierra con una pala, los cuales llevaban ahí meses y además tenía su carro encendido y con una música de banda que me parecía horrible. Así que cada que daba una palazo a la tierra yo sentía un montón de coraje porque no se apuraba y yo no me podía bajar, ya que no quería que me viera y me juzgara:  "ah ¿tú que andas haciendo allá arriba?", diría. Entre más pasaban los minutos más me enfuerecía pues se estaba llegando la hora de mi clase en el gimnasio y yo sin poderme bajar. Aquello que para mí era una especie de libertad se había convertido en mi cárcel. Faltaban como diez minutos para que pudiera llegar a mi clase y yo seguía arriba. Luego comenzaron a venir los absurdos pensamientos de esperanza, esos que te dicen que todo se volverá justo como tu quieres y en este caso, mi vecina dejaría esa estúpida pala en su lugar, se metería a su casa, yo podría bajar las escaleras sin que me viera y llegaría a tiempo a mi clase de kick-boxing. Pero bah, eso de la esperanza a mi no me gusta, es esperar a que suceda algo y la vida me ha demostrado que no está para cumplir los deseos de mi ego.
Así seguían fluctuando mis emociones, entre la rabia, el coraje y el disfrute que de verdad intentaba tener por el paiseje que había ante mis ojos. Y luego me puse a pensar qué era todo esto que estaba sintiendo y es que es como un patrón que vivo continuamente: yo (llámese mi ego) tengo una idea muy detallada y justa de cómo quiero que sean las cosas y de esta manera me siento feliz, contenta y satisfecha, ah sí y también segura, pero oh, cuidado cuando la situación no es así, como en este caso, porque entonces siento ira dentro de mí, me enfurece no tener el control de lo que ocurre y moldearlo a como yo considero debería de ser. Así justamente me sentí con él, una pérdida completa de control, de que todo se me escurría de las manos como cuando metes tus manos a una pila llena de agua y ésta se escurre entre tus dedos. No podía estar en paz, no pude estar conmigo y calmar mi mente. No podía transformar todo eso que estaba sintiendo en esos momentos y eso me hacía desesperar aún más. Por un momento lo solté todo y me tiré en el piso de la azotea a ver las estrellas. Justamente ayer escribía esto en facebook: Sleeping on the rooftop just to look at the stars and wake up when the sun's rays touching my face. I´ll be amazing!! Así que me relajé un poco y me puse a mirar tal belleza en el cielo y me sentí feliz por unos momentos. Casi puedo creer que de los 5 millones de personas que viven donde mismo que yo, nadie estaba disfrutando de semejante belleza nocturna tirado(a) en la azotea de su casa  y esto no es por egocentrismo, pero es que todos estamos a diario tan perdidos en tantas cosas que se nos escapa lo fundamental. Así que ahí estuve casi dos horas, tirada viendo las estrellas y la luna y hasta me inspiré para escribir lo siguiente:


<<No hay amor más romántico que ese que hay entre el sol y la luna. Él tan poderoso y lleno de energía se aparta todas las noches para que la luna sea la reina del cielo y la inspiración de tantos hombres en la tierra. Ella no tiene luz propia, pero dentro de sí guarda la pureza que le permite reflejar la luz de su amado. Y aunque uno es día y la otra es noche, luna y sol forman la enredadera más hermosa que el cielo pueda tener. Aún cuando nunca lleguen a estar juntos, están unidos.>>

Sentía por unos instantes algo tan profundo mientras miraba el cielo, que no hay palabras para decirlo aquí. Sé que él también lleva eso dentro de él, por eso me enamoré una vez de él, porque algo muy dentro de mí me decía que él también llevaba esa profundidad dentro, así como yo, pero mientras estuvimos juntos no lo supimos compartir ni transmitir el uno al otro y lo demás, pues lo demás ya es historia y no importa.

Esas cosas eran las que yo quería vivir con él, un mundo lleno de magia, para salirte de ese mundo en el que todos viven y que a mí no me dice a veces nada. Quería crear días así y varias veces traté de decírselo, esos pequeños detalles que hacen la vida tan maravillosa, pero en fín, ya mejor me dejó de escribir de esto, que luego me pongo nostálgica y vienen cosas a mi mente que ya no van.

En fin, aún en estos momentos mientras escribo me siento con emociones encontradas, pero escribir es genial, me ayuda a que todo esto salga y luego viene un respiro bien delicioso y mucha tranquilidad. Y aún con todo lo que ya he dicho, me gustaría volver a tirarme en la azotea y mirar el tintinear de las estrellas...


lunes, 9 de febrero de 2015

Sí que ando inspirada. Hoy salió mi lado creativo e hice esta imagen. Para mi es toda una creación... la amé. Es que esas cosas artísticas no son muy lo mío. Soy más de cálculo, lógica y matemáticas y la parte que muchos mencionan como habilidades del hemisferio derecho, pues como que casi siempre está medio dormida, excepto cuando estoy enamorada, ahí sí que se me vienen muchas ideas para hacer manualidades y todas esas cositas bellas. No estoy enamorada de nadie, así que para mí, esta creación tiene mucho significado, pues nació de una parte de mí que no había conocido.


jueves, 5 de febrero de 2015

Así de simple

Esto no lo escribí yo, pero es tan bello, que quiero compartilo con quien pase por aqui. :)


No me interesa saber cómo te ganas la vida. Quiero saber lo que ansías, y si te atreves a soñar con lo que tu corazón anhela.

 No me interesa tu edad. Quiero saber si te arriesgarías a parecer un tonto por amor, por tus sueños, por la aventura de estar vivo.


No me interesa qué planetas están en cuadratura con tu Luna. Quiero saber si has llegado al centro de tu propia tristeza, si las traiciones de la vida te han abierto o si te has marchitado y cerrado por miedo a nuevos dolores. Quiero saber si puedes vivir con el dolor, con el mío o el tuyo, sin tratar de disimularlo, de atenuarlo ni de remediarlo.
Quiero saber si puedes experimentar con plenitud la alegría, la mía o la tuya, si puedes bailar con frenesí y dejar que el éxtasis te penetre hasta la punta de los dedos de los pies y las manos sin que tu prudencia nos llame a ser cuidadosos, a ser realistas, a recordar las limitaciones propias de nuestra condición humana.


No me interesa saber si lo que me cuentas es cierto. Quiero saber si puedes decepcionar a otra persona para ser fiel a ti mismo; si podrías soportar la acusación de traición y no traicionar a tu propia alma...
Quiero saber si puedes ver la belleza, aun cuando no sea agradable, cada día, y si puedes hacer que tu propia vida surja de su presencia. 


Quiero saber si puedes vivir con el fracaso, el tuyo y el mío, y de pie en la orilla del lago gritarle a la plateada forma de la luna llena: "¡Sí!".


No me interesa saber dónde vives ni cuánto dinero tienes. Quiero saber si puedes levantarte después de una noche de aflicción y desesperanza, agotado y magullado hasta los huesos, y hacer lo que sea necesario para alimentar a tus hijos.


 No me interesa saber a quién conoces ni cómo llegaste hasta aquí. Quiero saber si te quedarás en el centro del fuego conmigo y no lo rehuirás.


 No me interesa saber ni dónde ni cómo ni con quién estudiaste. Quiero saber lo que te sostiene, desde el interior, cuando todo lo demás se derrumba. Quiero saber si puedes estar solo contigo y si en verdad aprecias tu propia compañía en momentos de vacío.




Oriah Mountain Dreamer


En resumen quiero saber si compartes esto conmigo... 


lunes, 2 de febrero de 2015

Lo que buscas, te esta buscando

Les cuento que hoy me pasó algo que me pareció gracioso. Viendo un video en youtube estilo reflexión espiritual me quedé anonadada por la canción que tenía de fondo, que de verdad se las recomiendo bastante, se llama Aria y el músico es Yanni.
Pero todo esto no lo sabía, estaba como loca busque y busque quién cantaba esa canción o el nombre de la misma. Le escribí a la persona que subió el video, lo consulté con un conocido que está estudiando la licenciatura en música (o algo así) y pues ya como último recurso yahoo preguntas, pero nada.
Ah claro y también escribí en los comentarios del video para ver si algún día alguien me contestaba. Ahí fue donde lo curioso sucedió: me encontré con un comentario de otra persona que también preguntaba lo mismo y me dije: vaya, alguien tiene la misma inquietud que yo y me pareció bonito saber que aquello que yo estaba buscando, alguien más lo estaba buscando también. Sin darme cuenta, hasta minutos después, que hacia tiempo, había sido yo misma quién también había escrito ese comentario, solo que con otra nombre.
Así que creo que lo que estoy buscando es precisamente a mí misma. Y la verdad y esto es algo que nunca creí que diría de corazón: me siento muy a gusto en mi soledad, es muy hermoso empezar a estar con uno mismo y conocerse de una manera distinta.