domingo, 26 de abril de 2015

De baños y hospitales

Nadie quiere ir a su lugar de trabajo un domingo por la tarde, pero ella era una persona muy responsable y tenía que cumplir con su deber. Así que tomó su bata, que más que blanca era algo grisácea, pues el tiempo hace de las suyas hasta con las telas. Al ir pasando por ese trayecto ya tan conocido por ella, algo en el ambiente se sentía distinto: las pequeñas calles por donde iba transitando estaban completamente solas, las casas se veían más viejas y desgastadas que de costumbre y la basura colocada junto a los postes de la luz combinaba perfectamente con esas escenas. Parecía encontrarse en un pueblo fantasma. No había autos ni personas para donde volteara.
Antes de llegar a la puerta de entrada del hospital había que atravesar por un frondoso jardín. Pensó que se encontraría igual de solo que aquellas calles, pero no fue así. Todo ahí parecía una fiesta. Había gente esperando que se llegara la hora de poder entrar a visitar a sus enfermos, haciendo un día de campo: estaban acomodados formando un círculo, comiendo, platicando, con las gaseosas color naranja brillante y unos panes mosqueados a su alrededor. Había vendedores que traían su carreta llena de cacahuates, pasas con chocolates y caramelos de distintos colores; otros ponían una tela sucia y desgastada en el piso y sobre ella colocaban artefactos, ropa, juguetes y zapatos, todo ellos viejos, usados; más allá, quién sabe cómo alguien se había apropiado de la corriente eléctrica para hacer funcionar un televisor y ver el partido de futbol, obligatorio para casi cualquier hombre en un domingo.
De regreso a casa, ella se encontró con más deberes en la cocina, en el patio, por todos lados. Tenía que hacer un trabajo asqueroso. Es que a nadie le han dicho que limpiar un baño sea una aventura que debes ansiar vivir antes de que te hagas viejo. En los ideales de una vida maravillosa con los que ella seguido imaginaba, no se encontraba el pasar la tarde de un domingo recogiendo papeles sanitarios usados que no habían alcanzado su destino en el bote de la basura. Decidió que tal vez esa actividad que nadie anhela en su vida, podría hacerla de manera diferente y entonces tomó la escoba con cariño, quitó la tapa del bote prestando cuidado, como si de una taza de porcelana se tratara y juntó los papeles usados sin una expresión de asco o rechazo en su rostro. 
Los pacientes con los que conversó ese tarde en el hospital, se enfrentaban a un proceso difícil en sus vidas, pues su enfermedad era una de esas para las que aún no se había descubierto una cura, y sin embargo se mostraban fuertes, rebozantes de energía. Quizá ni para ella ni para ellos, era el domingo perfecto que deseaban tener, pero esa entereza de aquellas personas hospitalizadas y la experiencia del baño, le habían hecho vivir un domingo muy peculiar, algo digno de vivir antes de que se hiciera vieja.

Todos andamos buscando la felicidad

Ayer sin querer unas hojas de papel llegaron a mis manos. Tenían escrito un tipo cuestionario de un paciente que había acudido a una consulta de psiquiatría, yo no tengo nada que ver con eso, pero llamaron mi atención y me puse a leerlas. En resumidas cuentas, el paciente era un hombre que a lo que más temía en la vida era a la soledad y lo que más deseaba era ser feliz, también se sentía culpable por haber robado una vez y algo que lo hacía sentirse deprimido y mal consigo mismo, era el sentirse juzgado por sus compañeros de trabajo y por otras personas con las que se relacionaba de manera cotidiana.
También vi a un hombre de aproximadamente unos 40 años y bien vestido llegar en una camioneta lujosa y con un aparato en el oído que me hizo pensar que era una especie de guarura, o quizá sólo era el auricular de su celular, pero parecía alguien "poderoso" y con mucho dinero. Resultó ser que este hombre que se veía tan fino ante mis ojos, estaba totalmente harto de su esposa porque ella no le tenía ni su ropa lista ni la comida preparada y la señora no trabajaba, pero sí quería dinero para ir al gimnasio, pasear con sus amigas y estar en casa de su mamá. El señor además se drogaba con cristales y decía que su esposa ya lo había enfado, que lo tenía harto, pero que si la quería.
También me pasa que cuando me subo al transporte público y veo los rostros de los demás, casi nunca se ven felices. Las miradas de los ancianos, tal vez son las que me dicen algo un poco más profundo, en sus ojos se ve la carga de toda una vida, pero también hay quietud y un halo de compasión.
El otro día una persona me preguntó con insistencia qué era lo que yo quería para mí, para mi vida, que buscará eso, que persiguiera eso. Y yo, simplemente no tengo una respuesta, ¿y si realmente no quiero nada? ¿Es tan mal que no tenga sueños, ni deseos? ¿Por qué siempre tenemos que estar como en una búsqueda constante, en un luchar por conseguir algo que tanto deseamos o soñamos? No importa que tan sublime parezca ser eso, sino que me refiero al acto mismo de buscar o luchar por algo. Así nuestra búsqueda sea algo divino como Dios o nuestro luchar sea por la felicidad, creo que esa búsqueda y esa lucha se vuelve algo desgastante. O al menos para mí, lo ha sido, ya que me ha dado mucho por emprender esa búsqueda hacia la espiritualidad y ver todo desde donde lo ven las almas y no sólo mis deseos mundanos. Y entonces me leo un montón de cosas y entre más leo, más quiero saber y más quiero seguir buscando todo eso que dicen que existe, en todos esos libros y demás fuentes donde he buscado. Y saben qué, que aún con todo y eso que suena tan bonito y prometedor, la verdad es que siempre me queda la sensación de que algo falta, que el hueco ese por el que empecé mi búsqueda, sigue ahí.
Y mi situación es la misma que la de las dos personas que comentaba al principio: parece que buscamos y buscamos y luchamos, y aún así, seguimos sintiendo miedo y seguimos creyendo que algo falta. La persona de la primera historia quería sentirse amado, el segundo esperaba que su mujer le diera todo eso que él necesitaba y yo he querido encontrar a través de los mensajes y escritos de otros, esa plenitud que me hace falta. Sea cual sea la historia, lo que hay es carencia, por eso ese vacio, por eso existe la infelicidad y también por eso existe la búsqueda interminable y la lucha constante. Y es que si uno no tiene algo por lo cual continuar, si no pensamos en la promesa futura de una vida mejor a la que tenemos ahorita, como que nos sentimos ahogados, como que la vida deja de tener sentido. Desde mi punto de vista, ese no es el camino o al menos, no es el camino por el cual quiero continuar. Simplemente estoy intentando vivir con lo que se me presente, sin sueños y sin expectativas, mejor poniendo más atención a lo que está ocurriendo ahora, porque con tantas distracciones y promesas futuras, me olvido de agradecer y de vivir lo que tengo en este instante.




lunes, 20 de abril de 2015



Si esto
              que siento
son alas,
                            no me las quiten que quiero volar...

domingo, 19 de abril de 2015

Aquello, lo divino

"La necesidad de ser amad@ es infantil. La necesidad de amar es madura."
Casi nadie sabemos amar como dice José José, todos deseamos que nos amen. Me gustaría ser el cambio que quiero ver en el mundo.

"Es natural. Las piedras atraen a las piedras, las flores atraen a las flores...
                    ...Y a través del amor, conocerás lo divino."

Osho.

                  
           Así que no hay nada de que preocuparse, porque obtenemos lo que nos corresponde. Si algo me queda claro es que para ir hacia otro lado, debes mirar más allá, porqué mientras sigas viendo todo lo negativo, atraerás más de lo mismo y para salir de ese bucle, debes transcender eso, como si pudieras ver más allá de lo que sea que estés pasando o pensando, de otra manera, seguirás ese mismo camino; y lo mismo ocurre cuando piensas en positivo y cambias al canal de lo negativo, tuviste que haber ido más allá de tu estado donde estabas para que ese cambio se diera.


A piece of paradise

Being in a jacuzzi after you had been running in the woods, hear a beautiful piece of art named Nightingale and just let your legs dance on the water to the rythm of the music... my God. It is a religious experience.

I would like to do it again.
 
Duda de todo
Experiméntalo todo
Y entonces tendrás algo en qué creer
Algo que vendrá de ti y esa será tu verdad

Knock-out

Estos días he estado escribiendo mucho, es que si no lo hago me intoxico, así es como me libero. Saben a veces me siento como esta imagen, como si la vida me diera unos knock-out que, qué bárbara, pero eso es sólo mi percepción. 
El punto es que he estado esperando a que de repente un día en la mañana suene el despertador, me despierte y taraaannn: mi vida es bonita, genial y llena de magia, así como la imagino muchas veces, sin que tenga que hacer ningún esfuerzo para que suceda todo lo que anhelo.
Jajaja, suena fabuloso, pero la vida no funciona así, al menos no para mí. 
No es que se vayan a arreglar todas las cosas en mi vida para que pueda empezar a ser feliz y disfrutar, no señor. Más bien tengo que levantarme, aún cuando sienta ese golpazo en la mejilla; es decir, continuas, aún cuando estés todo aplastado o aplastada, no hay de otra, el golpe no se va a ir. O decides que te acompañe, pero de pie, o sigues pero tirado en el piso.
Desearía que hubiera una serie de pasos en algún libro, así estilo recetario de cocina donde me dijera: sigue estos pasos y entonces tendrás la fuerza y el coraje para levantarte y que no te duela más el golpe, sólo verás la cicatriz.  Pero todo ese trabajo me corresponde a mí.
Es nomás cuestión de querer, porque cuando uno realmente quiere, la madrugada se vuelve día, el martes se vuelve sábado y cualquier momento se convierte en una oportunidad. 


Que tengas bonito día, tú que pasaste aquí sin querer :)

sábado, 18 de abril de 2015

Equipaje

La cuestión es que tengo mis maletas llenas de muchas y pesadas cosas; el inconveniente es que no tengo idea de cómo vaciarlas y la felicidad requiere que viaje ligera, libre.


viernes, 10 de abril de 2015

¿Cómo nace el amor?



Nace cuando tu alma es estimulada, cuando tú mismo o alguien más, la puede llegar a tocar y a conocer.



Yo no sentía nada de esas cosas con él. Hasta raro me parecía porque con todos los demás chicos que me habían gustado antes sentía esas "mariposas en el estómago". Pero sí sentía mucha paz y tranquilidad cuando escuchaba su voz, eso ahhh de verdad que me tranquilizaba mucho. Era como llegar a casa y tomarte una taza de chocolate calientito en un día muy frío del invierno después de andar por la calle y sentir que el frío se cuela por tus ropas. Como una caricia para el alma. O como cuando he tomado un té calientito después de haber llorado bastante para limpiar mi corazón. En fin...
Estuve con alguien que me compartía amor verdadero y no me dí cuenta, en cambio, creí que era todo lo contrario.

Pareces una mosca


Un día le dije a una amiga, "pareces una mosca" y de nuevo "pareces una mosca", cos dos tonos de voz diferentes. Trataba de transmimtirle algo que acababa de comprender desde el corazón y es que no son las palabras en sí, sino la energía, porque la energía también existe y todos los seres la llevamos dentro, ella se quedó muy impactaa y pensativa con esa experiencia.
El otro día me encontré "casualmente" con un escrito y me llegó al corazón esta parte que les comparto: "es la intención la que va a juntar a las energías-palabras y dependiendo de la intención, éstas serán expresadas y oídas. Es muy importante cómo se piensa y por consiguiente, se habla, porque esta manera de expresarse va a representar la vida del ser, formando su carácter y personalidad que lo determinará". 
H decía que las palabras salen del corazón. Creo que las palabras sí vienen de nuestros corazones pero no todo el tiempo. La mayoría de las veces vienen de nuestro ego o de un lugar del que no tengo idea. Si todo el tiempo estuviéramos en contacto con nuestro corazón, seguro que entonces sí todas las palabras que decimos a diario tendrían el mismo origen, y unas palabras de enojo no nos lastimarían porque vienen del corazón y las palabras, no importa cuáles, sólo estarían hechas de amor. También creo que los grandes escritores, escriben desde ese "lugar": el corazón, por eso tocan las vidas de las personas. 
Es dificil para quienes gustan de escribir, tratar de transmitir esa intención y esa energía en las palabras que están en un papel o en la pantalla de una computadora, porque ya tuvieron una especie de filtro y la otra persona ya no las está escuchando directamente con los sonidos del emisor, pero quiero creer que mientras salgan del corazón, parte de su esencia queda ahí impregnada, como el perfume de una flor y entonces la otra persona puede encontrar esa intención en las energías-palabras, es cuando nos sentimos identificados con lo que leemos por ahí de "casualidad".
Así que creo que gran parte de por qué todo lo que guardo en mi corazón sobre H, esa esencia que no ha sido manchada con nada, es en parte porque para mí todas sus palabras fueron sinceras y tenían amor, aún cuando muchas de ellas hacen que salgan lágrimas de mis ojos, no tienen nada que ver con él, son los miedos que llevo dentro los que me hacen sentir así, porque nomás yo solita soy responsable de cómo me siento y cómo interpreto lo que ocurre a mi alrededor.