Siento como si mi pecho se abriera enormemente, con una gran amplitud y a la vez una gran profundidad, como si se expandiea. Es el chacra del corazón que por fin se abrió después de estar tanto tiempo tan cerrado. Es algo muy bello sentirlo así de abierto.
El otro día pasó una situación con mi papá que me llenó de desesperación e impotencia. Cuando pasó lo de él, sentía algo parecido, es como tener agua entre tus manos y no poder hacer algo para que no escurra. O más simplemente dicho: es una búsqueda que me ha dejado exhausta porque no puedo tener el control de las situaciones.
Esto es algo que ya lo había pensado muchas otras veces, pero no fue sino hasta este domingo pasado que fui más consciente de lo que ello significa. Y es que realmente no puedo controlar, ni a las personas ni a las circunstancias. Lo he intentado incoscientemente como un mecanismo de defensa, porque he sentido miedo, de estar sola, de la vida, de no poder ser feliz si no pasa esto o aquello o si pasa esto o aquello, miedo a que no me amen, a que me rechacen, es por eso, no lo he hecho con una mala intención sobre los demás. Es sólo que no me daba cuenta que eso era un acto egoísta de mi parte y una falta de respeto hacia la libertad de los demás. Quizá en varias ocasiones el hecho de que haya intentado cambiar a alguien o a alguna circunstancia era por un verdadero beneficioso para esa persona o realmente hubiera solucionado una situación, un problema, pero aún con todas las buenas intenciones, cada quien vive lo que tiene que vivir y nadie cambia más que por su propia voluntad o mejor dicho porque le nace del corazón.
Ahora así me siento con él. No voy a negar que a veces mi mente hace ruido y me lleno con muchas ilusiones, pero sinceramente, lo que más estoy procurando traer a mi vida es el amor verdadero, el incondicional y me hace muy feliz, me llena de alegría poder vivir eso dentro de mí y poder verlo en acción hacia él, ya sea con mi silencio o lo que sea que la vida me presente.
Me he encontrado con un término muy hermoso, creo que es del taoísmo: "Wu Wei", es algo complicado de explicar quizá, además de que no soy estudiosa de esa filosofía, pero me resonó en mi interior una explicación que encontré sobre el crecimiento de una flor, o la naturaleza del agua. Y es que simplemente dejas que todo sea, sin intervenir, sin hacer esfuerzo. Eso esta genial, porque no te desgastas, dejas de querer controlar al mundo, de querer intervenir para conseguir algo a tu favor.
Y ese Wu Wei, me lo imagino como una sustancia invisible, o como un hilo que se enreda en todo, que nos envuelve a todos, a lo vivo y a lo no vivo, por eso las plantas crecen, la lluvia cae, los planetas giran alrededor del sol, las células se dividen y el amor habita dentro de mí. Y justo en este momento, todo lo que esta ocurriendo, ocurre y no se puede controlar, el hilo anda por ahí.
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