martes, 17 de noviembre de 2015

Bienvenido seas a mi vida. SÍ, a ti te hablo, al RECHAZO.

Hace tiempo que no vengo por acá.

Dicen que cuando una lección no la hemos aprendido por completo, tendemos a repetirla hasta que nos haya enseñado eso que necesitábamos. Creo que en mi caso una de las lecciones que más se repiten es la del rechazo.

Debo decir que de una u otra manera he sentido rechazo toda mi vida y en distintas intensidades. Quizá de las que más me causan dolor es cuando me enamoro de alguien y no soy correspondida. Esa sensación la he experimentado muchas veces, diría que todo el tiempo, desde que comencé a fijarme en los chicos cuando tenía apenas diez años y hasta la fecha, dieciocho años después. No es que nunca le haya gustado a nadie, sino que aún cuando le llego a gustar a alguien, al final termino sintiendo su rechazo. Un tiempo, creía que era porque estaba gordita o porque no era tan bonita como mis amigas, luego me dí cuenta que si soy linda, en verdad soy bonita, físicamente. Como lo de la belleza física quedó resuelto entonces, después me decía que algo malo debía haber en mi interior, que era alguien aburrida. Luego, esa teoría pasó de lado. Ahora lo que hay en parte, es siempre el miedo constante a que prefieran a alguien más que no sea yo, a sentirme que no soy suficiente. Y esta sensación y estos pensamientos, duelen mucho.

También ahora lo que estoy descubriendo es que las personas son tan solo un reflejo de lo que llevabamos dentro, así que si alguien me rechaza, es para traerme la lección de rechazo, porque hay cosas de mí, que yo rechazo y la otra persona es tan sólo mi reflejo. Me he dado cuenta que me rechazo a mi por lo siguiente:

Rechazo la idea de que tengos miedos.Siendo uno de mis miedos más grandes, el sentir rechazo de las personas.
Rechazo el que sea una persona emocionalmente dependiente y no me pueda deshacer de ello.
Rechazo que sea una persona con deseos (me siento mal conmigo misma por desear cosas y situaciones para mi vida, es como si me dijera que no debería desear todo eso que deseo, porque me va a causar dolor no tenerlo y luego no se qué hacer conmigo cuando estoy deprimida).
Me rechazo por ser una persona negativa y no poder cambiar de mentalidad.
Me rechazo por estar enamorada o porque me guste esa persona.
Me rechazo por no poder cambiar y ser alguien positiva, alegre y que siempre disfruta la vida y ve todo bonito.
Me rechazo por querer sentir amor en mi vida.
Rechazo no saber amarme y darme lo que necesito. 


Todas estas frases que menciono, cuando estoy en uno de esos estados, por ejemplo deseando algo, me niego a mi misma y me digo que así no debería ser, que debería ser otro tipo de persona, sin nada de esto que menciono. Creo que son las partes que menos me gustan de mí. Es así que no me acepto por completo, que todo el tiempo intento ser otra persona, ser mejor, ponerme una máscara o lo que sea, con tal de no sentir ese rechazo hacia mí misma, no quiero tener que rechazarme, porque sé que eso duele y busco en los demás aceptación, valoración y amor. Pero luego, cuando me rechazan, me siento poco valorada, luego viene menos aceptación hacia lo que soy (seguro no soy suficiente, por eso me rechazan) y pues del amor, ya no hablamos, porque no puedo llegar a amarme con todo esto. Salir del círculo no está siendo nada fácil, me cuesta mucho de verdad creérmela que soy una persona valiosa, que soy suficiente, y que puedo amarme, dar amor y recibirlo.

Ahora lo que quiero hacer, y será poco a poco, tan seguido como me de cuenta de ello, es enfrentar todo eso: si me siento mal, darle la bienvenida a ese malestar a ver qué me dice, si tengo miedo del rechazo, bienvenido sea.

lunes, 5 de octubre de 2015

De viaje por aquí

Me siento como si estuviera de viaje. Como si hubiera llegado un día a este planeta de visita y como cualquier otro viaje que uno emprende cuando está de vacaciones, se llegará el día en que deba regresar. Y en el intermedio he experimentado muchas, pero muchas cosas. Unas me han gustado, otras no, pero aún así no deja esto de ser una aventura y un misterio.






Día 1 de agradecimiento

Otra vez quiero hacer algo parecido a lo que ya había hecho hace algunos meses. Escribiré los momentos, situaciones, cosas y/o personas por los que me sienta agradecida durante algunos días o hasta que me den ganas.

El día de hoy tenía muchas ganas de recibir un fuerte abrazo. No tuve un abrazo como tal, pero me siento agradecida porque cuando fui a correr a la pista un señor que estaba haciendo calentamiento me dijo: ánimo, ánimo, corre para dejar a un lado los problemas. Cada que daba una vuelta, de una manera u otra, me compartía su energía y eso se sintió como un abrazo. Y entonces pensé que hay gente que ya está brillando y te comparte su propia luz y hay otras que aún no tienen esa luz y la reciben.

Y luego me tocó ver un atardecer, tan pero tan bello que no tengo palabras para describirlo. Estaba sentada justo en frente del sol e iba viendo cómo se iba ocultando entre los cerros y los árboles y luego empezó a hacer mucho viento. Yo me sentía algo cansada y estar así y recibir ese viento tan fresco y agradable fue como otro abrazo para mi cuerpo.

Esos fueron los momentos por los que me sentí agradecida el día de hoy.

domingo, 4 de octubre de 2015

Todos hemos sentido miedo

He snetido miedo últimamente. Miedo al futuro. Ya ni me sorprende. Como es lo común con el miedo, busco algo que lo alejé de mí. Algo que lo supla. Esta vez no quiero hacer eso. Quiero abrazar mi miedo, con tu mi corazón. Dejarlo estar y que me enseñe lo que me tenga que enseñar. Quiero dejar el espacio para que esté. Y saber que no pasa, más que lo que tenga que pasar. Uno siempre huye de lo que no le gusta. Ahora creo que es mejor afrontarlo. Con el miedo es lo mismo. Al menos ahorita me ha enseñado que está bien que yo tenga miedo. Eso me ha ayudado a comprender a los demás seres humanos. Todos experimentamos miedo. Ahora puedo saber lo que les pasa a los demás. Lo que te pasa a ti, le pasa a todo el mundo, en algún momento de sus vidas. Eso me ayuda a ser más comprensiva y tolerante con los seres humanos. Todos estamos hechos de lo mismo.

Les comparto unas frases muy bonitas que me acabo de encontar en facebook:

Un día, los hombres del pueblo decidieron rezar para pedir que lloviera. El día del rezo, toda la gente se reunió, pero sólo un niño llegó con sombrilla. Eso es FE.

Cuando avientas a un bebé en el aire y se ríe, es porque sabe que lo atraparás de nuevo. Eso es CONFIANZA.

Que tengan un agradable día!!!

 

jueves, 1 de octubre de 2015

Lo que aprendí al ir a correr el día de hoy

Estoy yendo a correr a una pista olímpica y me he sentido genial. Hoy decidí comenzar a correr pero del lado contrario al que todas las personas lo hacían. La vista de la pista es muy bonita en la mayor parte del circuito y quise correr para el otro lado para ver si la vista era igual o mejor. Lo cierto es que no disfruté casi nada la vista porque todo el tiempo me sentía observada y juzgada por andar corriendo del lado contrario de toda la gente y por andar cuidando que no fuera chocar con alguien.
Ya casi para terminar cuando me disponía a dar la última vuelta, un señor se acerca a mí y me dice que no tengo que ir por ese lado, que no hay un letrero que lo indique pero que no está bien y mucho menos trayendo audífonos. 
El señor fue muy respetuoso en la forma en que me dijo las cosas y sé que tiene toda la razón, pero yo me sentí mal conmigo misma porque me hubieran llamado la atención, me dio vergüenza que lo hiciera, que la demás gente viera que me estaban llamando la atención y me criticaran, además de que no me gusta sentirme observada.
Me dio tanta pena que preferí salirme, bien estiladita como dice mi mamá y ya no terminé de dar mi última vuelta.
Mientras iba de camino a tomar el camión de regreso, iba pensando en eso, me sentí como una niña chiquita a la que regañan y como si no fuera lo suficientemente inteligente para no haber sabido que no tenía que haber hecho eso.
Luego me iba preguntando a mí misma si eso que había hecho era tan grave como para estarme sintiendo tan culpable y avergonzada. Me dí cuenta que me estaba reprochando a mí por esa acción, tuve ganas de llorar, pero sobre todo, me dí cuenta de que en ese momento no podía amarme ni aceptarme por haber hecho algo incorrecto. De verdad quería hacerlo, pero no pude.
Y entonces lo que más aprendí es que yo, no me sé amar cuando me equivoco, cuando hago algo que no me gusta, cuando alguien me dice algo negativo sobre mi conducta o mi persona. Y me dio tristeza darme cuenta que eso mismo que hago para conmigo, también se lo hago a los demás. A esta persona, por ejemplo, cuando no hace lo que me gusta, es como si lo rechazara, como si no pudiera percibirlo de una manera amorosa bajo ciertas circunstancias. Lo mismo hago casi a cada momento con mi mamá y quizá un poco con mi hermano.
Esto que me pasó en la cancha, me hizo sentir mal, digamos que hubo dolor dentro de mí y creo que lo mismo puedo hacer sentir yo a las personas que amo, cuando no las trato con amor y compasión cuando ellas se equivocan o no son o hacen lo que a mi me gustaría.
Me siento agradecida con esta experiencia, pues me ayudó a hacerme consciente de todo esto que ya mencioné aquí, también agradezco a mis lágrimas, pues mi cuerpo me dice cuando algo me incomoda y así puedo cambiar, para amarme más y ser amorosa con los demás.
Así que ahora me digo, que no sea tan dura conmigo, de verdad que siento que estoy haciendo lo mejor que puedo y creo que cuando haces lo mejor que puedes, obtienes lo mejor posible.
Buenas noches a todo el que pase por aquí y se tome el tiempo de leerme =)

His happiness

Soy tan egoísta que durante mucho tiempo he creído que soy parte de la respuesta a la felicidad de él.
Sin embargo, esa es sólo mi creencias, pues solamente él sabe muy bien qué le hace feliz y no necesariamente tiene que corresponderse con lo que yo creo.
Así que aunque mis intenciones sean buenas, si a él estar conmigo no le hace feliz, porqué habría yo de estar creyendo que sí.
Cada quien sabe, decide y actúa en consecuencia. Así que quiero dejar de intervenir.
=)




viernes, 25 de septiembre de 2015

AMAR A OTRO SER HUMANO ES FLUIR CON ÉL

Es aceptar la oportunidad de conocerlo verdaderamente y disfrutar de la aventura de explorar y descubrir lo que guarda más allá de sus máscaras y sus defensas, contemplar con ternura sus más profundos sentimientos, sus temores, sus carencias, sus esperanzas y alegrías, su dolor y sus anhelos; es comprender que detrás de su careta y su coraza, se encuentra un corazón sensible y solitario, hambriento de una mano amiga, sediento de una sonrisa sincera en la que pueda sentirse en casa; es reconocer, con respetuosa compasión, que la desarmonia y el caos en los que a veces vive son el producto de su ignorancia y su inconsciencia, y darte cuenta de que si genera desdichas es porque aún no ha aprendido a sembrar alegrías, y en ocasiones se siente tan vacío y carente de sentido, que no puede confiar ni siquiera en sí mismo; es descubrir y honrar, por encima de cualquier apariencia, su verdadera identidad, y apreciar honestamente su infinita grandeza como una expresión única e irrepetible de la vida.

Amar a un ser humano es brindarle la oportunidad de ser escuchado con profunda atención, interés y respeto; aceptar su experiencia sin pretender modificarla sino comprenderla; ofrecerle un espacio en el que pueda desubrirse sin miedo a ser calificado, en el que sienta la confianza de abrirse sin ser forzado a revelar aquello que considera privado; es reconocer y mostrar que tiene el derecho inalienable de elegir su propio camino, aunque éste no coincida con el tuyo; es permitirle descubrir su verdad interior por sí mismo, a su manera: apreciarlo sin condiciones, sin juzgarlo ni reprobarlo, sin pedirle que se amolde a tus ideales, sin exigirle que actúe de acuerdo con tus expectativas; es valorarlo por ser quien es, no por como tú desearías que fuera; es confiar en su capacidad de aprender de sus errores y de levantarse de sus caídas más fuerte y más maduro, y comunicarle tu fe y confianza en su poder como ser humano.

Amar a un ser humano es atreverte a mostrarte indefenso, sin poses ni caretas, revelando tu verdad desnuda, honesta y transparente, es descubrir frente al otro tus propios sentimientos, tus áreas vulnerables; permitirle que conozca al ser que verdaderamente eres, sin adoptar actitudes prefabricadas para causar una impresión favorable; es exponer tus deseos y necesidades, sin esperar que se haga responsable de saciarlas; es expresar tus ideas sin pretender convencerlo de que son correctas; es disfrutar del privilegio de ser tú mismo frente al otro, sin pedirle reconocimiento alguno, y en esta forma, irte encontrando a ti mismo en facetas siempre nuevas y distintas; es ser veraz, y sin miedo ni vergüenza, decirle con la mirada cristalina, "este soy, en este momento de mi vida, y esto que soy con gusto y libremente, contigo lo comparto... si tú quieres recibirlo".

 Amar a un ser humano es disfrutar de la fortuna de poder comprometerte voluntariamente y responder en forma activa a su necesidad de desarrollo personal; es creer en él cuando duda de sí mismo, contagiarle tu vitalidad y tu entusiasmo cuando está por darse por vencido, apoyarlo cuando flaquea, animarlo cuando titubea, tomarlo de las manos con firmeza cuando se siente débil, confiar en él cuando algo lo agobia y acariciarlo con dulzura cuando algo lo entristece, sin dejarte arrastrar por su desdicha; es compartir en el presente por el simple gusto de estar juntos, sin ataduras ni obligaciones impuestas, por la espontánea decisión de responderle libremente.

Amar a un ser humano es ser suficientemene humilde como para recibir su ternura y su cariño sin representar el papel del que nada necesita; es aceptar con gusto lo que te brinda sin exigir que te dé lo que no puede o no desea; es agradecerle a la vida el prodigio de su existencia y sentir en su presencia una auténtica bendición en tu sendero, es disfrutar de la experiencia sabiendo que cada día es una aventura incierta y el mañana, una incógnita perenne; es vivir cada instante como si fuese el útlimo que puedes compartir con el otro, de tal manera que cada reencuentro sea  tan intenso y tan profundo como si fuese la primera vez que lo tomas de la mano, haciendo que lo cotidiano sea siempre una creación distinta y milagrosa.

Amar a un ser humano es atreverte a expresar el cariño espontáneamente a través de tu mirada, de tus gestos y sonrisas; de la caricia firme y delicada, de tu abrazo vigoroso, de tus besos, con palabras francas y sencillas; es hacerle saber y sentir cuánto lo valoras por ser quien es, cuánto aprecias sus riquezas interiores, aún aquellas que él mismo desconoce; es ver su potencial latente y colaborar para que florezca la semilla que se encuentra dormida en su interior; es hacerle sentir que su desarrollo personal te importa honestamente, que cuenta contigo; es permitirle descubrir sus capacidades creativas y alentar su posiblidad de dar todo el fruto que podría; es develar ante sus ojos el tesoro que lleva dentro y cooperar de mutuo acuerdo para hacer de esta vida una experiencia más rica y más llena de sentido.

Amar a un ser humano es también atreverte a establecer tus propios límites y mantenerlos firmemente; es  respetarte a ti mismo y no permitir que el otro transgreda aquellos que consideras tus derechos personales; es tener tanta confianza en ti mismo y en el otro, que sin temor a que la relación se perjudique, te sientas en libertad de expresar tu enojo sin ofender al ser querido, y puedas manifestar lo que te molesta e incomoda sin intentar herirlo o lastimarlo.

Es reconocer y respetar sus limitaciones y verlo con aprecio sin idealizarlo; es compartir y disfrutar de los acuerdos y aceptar los desacuerdos, y si llegase un día en el que evidentemente los caminos divergieran sin remedio, amar es ser capaz de despedirte en paz y en armonía, de tal manera que ambos se recuerden con gratitud por los tesoros compartidos.

Amar a un ser humano es ir más allá de su individualidad como persona; es percibirlo y valorarlo como una muestra de la humanidad entera, como una expresión del hombre, como una manifestación palpable de esa esencia trascendente e intangible llamada "ser humano", de la cual tú formas parte; es reconocer, a través de él, el milagro indescriptible de la naturaleza humana, que es tu propia naturaleza, con toda su grandeza y sus limitaciones; apreciar tanto las facetas luminosas y radiantes de la humanidad, como sus lados oscuros y sombríos; amar a un ser humano, en realidad, es amar al ser humano en su totalidad; es amar la auténtica naturaleza humana, tal como es, y por tanto, es amarte a ti mismo y sentirte orgulloso de ser una nota en la sinfonía de este mundo.











































domingo, 13 de septiembre de 2015

YO LIBRE

No me importa que sólo me quedaran unos minutos, horas o incluso sólo un día más de vida. 
En este momento elijo ser libre. En este momento no me importa lo que haga él, ni nadie más, lo que esperen o no de mí, lo que otros crean o no de mí, ME DECLARO LIBRE HASTA DE MIS PENSAMIENTOS Y EMOCIONES, pues ya no quiero ser esclava ni de ellos ni de nadie, ni de opiniones, ni de nada. Ni el vuelo de una mosca, perturbe este momento. Ya no me sentiré la víctima de lo que hacen y hagan los demás.



sábado, 12 de septiembre de 2015

Vida

Quise estudiar parte del cuerpo humano para conocer y comprender la vida.
No me dí cuenta que la vida era yo, que ya la llevaba dentro y nunca antes la había visto.


viernes, 4 de septiembre de 2015

Deseo que pase lo que no deseo que pase

Hoy me dí cuenta que parece que toda mi vida me la he pasado deseando vivir todo lo que no deseo vivir. 
Muchas cosas que he deseado no vivir, son justo lo que me ocurren, es como si hubiera un deseo aún mayor que lo que más deseo dentro de mí, es vivir justo lo que no deseo vivir.
Suena medio raro, pero tiene sentido.
Ayer de repente tuve el pensamiento de que el cargador de mi celular, que llevaba un día desaparecido, mi hermano lo había perdido. Estaba casi segura que él se lo habia llevado. En otra ocasión ya lo había hecho, pero regreso. Esta vez, no se porqué tuve una especie de premonición en la mañana mientras estaba en el laboratorio y me dije, mi hermano perdió mi cargador y esta vez no va a aparecer. 
Y dicho y hecho, por la noche así fue, llegó, sacó todo de su mochila y no apareció. Ya lo buscaron en toda la casa y no aparece.
Quizá esto sueno algo muy trivial, pero es el mismo sistema que manejo en mi cabeza, no quiero que algo pasé, y sucede.
Es como si todo el tiempo estuviera a la espera de ello, de que ya pasé lo que no deseo que pase. Como si de verdad deseara vivir lo que no deseo vivir e indudablemente lo vivo. Es estar a la expectativa de que suceda todo lo malo que me imagino, no lo puedo evitar.
No se si lo hago tan sólo por el simple hecho de decirme a mi misma, una vez que ya pasó lo que temía que pasara, un "ya vez, te lo dije, tenía razón, eso era lo que iba a pasar".


lunes, 17 de agosto de 2015

Padres e hijos

Tenía la idea de que mis padres, por el hecho de serlo, me amaban. Y sigo creyendo que es así, es sólo que el hecho de que ellos sean quienes me dieron vida y que vengo de una parte de cada uno de ellos, no significa que ya sean superpoderosos.
A lo que me refiero, es que el hecho de ser padre, no te convierte en una persona que sabe amar a sus hijos. No digo que no lo hagan, claro que lo hacen, pero muchas veces no saben cómo hacerlo.
El otro día estábamos en la misma habitación mi mamá y yo, cada una en sus ondas, hacía un calor insoportable y creo que en parte por eso, había varios mosquitos rondandonos. De repente mi mamá me dice que los mosquitos se deberían de ir para conmigo y picarme a mi. Me quede filosofando sobre esa frase y le pregunte tranquilamente que por qué deberían picarme, a lo que me respondió que era porque a ella ya le habían picado bastante. 
A lo que voy con esto, es que cuando amas, a ti mismo y de la misma manera a los otros, no tienes una preferencia porque un zancudo le pique a esa otra persona y no a ti, no deseas que ese zancudo le pique a la otra persona y mucho menos cuando a ti ya te ha picado y te ha dado comenzón o cierta incomodidad. Con esto no pretendo ponerme toda dramática y decir que mi madre no me ama, es sólo que simplemente comprendí que no era consciente de lo que decía. Quizá puede parecer un acto muy simple, pues un mosquito a los más que te hace es una simple comezón en la piel, pero me refiero al hecho de ser egoísta, cuando podemos buscar el bien común y poner un aromatizante para que se vayan los zancudos y así no le pican ni a ella ni a mi.
Más recientemente la lección vino de parte de mi papá: hace unos días me molesté con él, le dije algunas cosas, pero creo yo todo con tranquilidad y me fui a mi casa, en esto no quiero hablar de los detalles. Al día después fue mi cumpleaños, y no me llamó, ni una felicitación, ni un nada. Me quedé tranquila, pues no me arrepiento de lo que le dije y no creo que lo hubiera ofendido, simplemente le decía sobre algunos cambios que debería hacer en su vida, para que tenga salud. Una semana después le llamé, pues sé que si yo no lo hago, él no lo iba a hacer. En su llamada me dijo varias cosas, algunas me hicieron sentir mal, sabe darme donde más me duele: ahora entiendo por qué estás sola, porque nunca vas a tener amigos, nunca vas a tener a un novio que te aguante y otras palabras más. 
No me interesó ponerme a discuitr con él sobre estas cosas y otras más que me dijo. Tampoco me interesa si tiene razón él o si la tengo yo, solamente lo escuchaba y es que como dicen, a veces es mejor tener paz que tener razón.
Y aquí a lo que me refiero es que si bien mis rollos mentales pues son míos, cómo y por qúe los tengo no es punto ahorita. Es sólo que creo que un padre que te sabe amar, deja a un lado su orgullo, su tener o no tener razón y el día de tu cumpleaños, te manda felicitar o cualquier detalle que se le parezca o al menos creo yo, que hay ciertas situaciones en las que el amor debería estar por delante del orgullo, por más equivocada que esté la otra persona, pero en el caso de mi papá, le fue más importante todo lo demás, es como si me mandara el mensaje de que su amor está condiconado: si te portas bien, si te hablo en tu cumpleaños, sino, no te lo mereces y te castigo con mi silencio. Y luego sus palabras una semana después, es como si fueran una manera de 
decirme que no es suficiente con lo que yo soy para que me amen. 
Así que mis padres, aunque me aman, a veces no saben cómo hacerle, y los comprendo, pues yo misma no lo hago. Simplemente, no me había dado cuenta que ellos tampoco saben amar muchas veces, que no me lo pudieron enseñar cuando fui niña y que en parte por eso he tenido experiencias dolorasas. No los culpo, creo que han hecho lo mejor que han podido a su manera, pero si me ha causado una gran sorpresa el darme cuenta que ellos tampoco saben, aún con sus hijos.
No estoy molesta por todo esto, sí se me salieron una lágrimas con lo que mi papá me dijo, pero creo que los comprendo, uno a veces no sabe y sin saber lastima a los demás. Ellos lo han hecho conmigo y yo con ellos, pero uno trata de hacer lo mejor que puede. Ahora he comprendido que cuando el "amor duele", no es amor, sino ausencia de él, porque el ego se apodera de nosotros y no nos damos cuenta de lo que decimos, de lo que hacemos, pero si lo vemos más claramente, comprenderemos que nadie quiere lastimarnos realmente, tan sólo ignoramos cómo amar.









viernes, 14 de agosto de 2015

Reflexiones de mi existencia

Me considero una persona que ha sufrido mucho y que la mayor parte de mi tiempo la paso triste, desganada y deprimida. 
Cuando algo doloroso llega a mi vida, me duele intensamente, quizá mucho más que a una persona que se consideraría normal. Me atrevo a hacer esta comparación porque durante mis depresiones busco mucho, por todos lados y me entero de casos similares a los míos, pero las personas parecen tomarlo con otra actitud, dar pronto vuelta a la página y continuar con sus vidas, siendo agradecidas por el aprendizaje que esa experiencia dejó en sus vidas. A mi eso no me ocurre, yo le doy vueltas y vueltas al asunto y lo sufro y lo sufro. Y pues está bien, cada quien a su modo, a su tiempo, va soltando sus problemas.
Esta semana la he pasado mal: cinco días encerrada en mi casa, viendo películas y acostada en mi cama. Sin ganas de nada, más que las de entretener en algo mi mente para que la depresión no me alcance. Queriendo encontrar en los libros, algo que me saque esta sensación de vacío, pero sin encontrar esa varita mágica, esa frase que cambie tu vida.
Ahora escribiré sobre las cosas que me he dado cuenta estos días:
No puedes controlar las situaciones a tu favor, creemos tener cierto control, pero es una ilusión. 
A veces tenemos cierto control sobre nosotros mismos, pero no sé que tan benéfico sea esto.
Lo que está pasando justo en este momento, es mejor no tratar de cambiarlo y mejor aceptarlo. Desde lo que pasa en tu interior, en tu mente, en tu vida alrededor, el como está tu caso, lo que están diciendo en estos momentos tus familiares, los carros que van pasando por la calle, hasta cosas, personas y situaciones más lejanas, como las decisiones políticas, las finanzas, la bolsa, el vuelo de un avión, el canto de un pájaro, el aleteo de una mariposa, el movimiento de rotación y traslación de la tierra...Todo absolutamente todo lo que esta ocurriendo en este segundo, desde mi interior hasta el último rincón del espacio, del universo, pues así está y se siento un gran alivio el poder aceptarlo y darte cuenta de ello, en lugar de querer controlar lo más mínimo de la existencia.
Sé también que hay cambios que puedo hacer y otros que no, por más que lo intente.
Que en mi vida no pasaran todas las cosas que a mi me gustarían, pero hay otras que sí me gustan.
Que tengo un poder limitado, pero que el universo puede hacer lo que quiera. Que de todo lo que ocurre, muchas cosas nunca me van a gustar, pero no puedo hacer nada para cambiarlo. Que nunca voy a llegar a enteder o a comprender el  porqué y para qué de ciertas cosas, pero que las cosas, personas o situaciones, son así, tal cual están ocurriendo y hay que dejarlas que sean.
Que en lugar de luchar, desgastarme, esforzarme contra la corriente, es más fácil cuando simplemente me rindo ante todo, sin que por ello me llegue a sentir humillada o una víctima.
Que es mejor que ame la vida, antes de querer cambiarla o entenderla, porque por ahí, ya lo he intentado y me lleno de conflictos.
Y que por todo esto, lo único valioso que me queda por hacer es el amor incondicional.
Amar a la vida sin condiciones, porque muchas cosas de ella no me gustan, no estoy de acuerdo, me hieren y lastiman, pero si el amor incondicional habita en mí, entonces puedo amar a la vida, con todo lo feo que ella pueda traer.
Que para vivir el amor incondiconal, no basta con proponértelo, que no vas a encontrar una frase mágica que un día cambie tu vida y a partir de ahí ya no hay más por hacer. Pues si realmente has de querer vivir diferente, amar incondicionalmente, tendrás que hacerlo a cada segundo de tu vida, cuidarlo y propiciarlo tu mismo, no es algo que aparece en tu vida tan sólo por desearlo.
Y sobre todo que el amor incondicional, es el único amor de verdad, es lo que te salva.




miércoles, 12 de agosto de 2015

"La acción sin más propósito que ella misma"

Siento como si mi pecho se abriera enormemente, con una gran amplitud y a la vez una gran profundidad, como si se expandiea. Es el chacra del corazón que por fin se abrió después de estar tanto tiempo tan cerrado. Es algo muy bello sentirlo así de abierto.

El otro día pasó una situación con mi papá que me llenó de desesperación e impotencia. Cuando pasó lo de él, sentía algo parecido, es como tener agua entre tus manos y no poder hacer algo para que no escurra. O más simplemente dicho: es una búsqueda que me ha dejado exhausta porque no puedo tener el control de las situaciones.

Esto es algo que ya lo había pensado muchas otras veces, pero no fue sino hasta este domingo pasado que fui más consciente de lo que ello significa. Y es que realmente no puedo controlar, ni a las personas ni a las circunstancias. Lo he intentado incoscientemente como un mecanismo de defensa, porque he sentido miedo, de estar sola, de la vida, de no poder ser feliz si no pasa esto o aquello o si pasa esto o aquello, miedo a que no me amen, a que me rechacen, es por eso, no lo he hecho con una mala intención sobre los demás. Es sólo que no me daba cuenta que eso era un acto egoísta de mi parte y una falta de respeto hacia la libertad de los demás. Quizá en varias ocasiones el hecho de que haya intentado cambiar a alguien o a alguna circunstancia era por un verdadero beneficioso para esa persona o realmente hubiera solucionado una situación, un problema, pero aún con todas las buenas intenciones, cada quien vive lo que tiene que vivir y nadie cambia más que por su propia voluntad o mejor dicho porque le nace del corazón.

Ahora así me siento con él. No voy a negar que a veces mi mente hace ruido y me lleno con muchas ilusiones, pero sinceramente, lo que más estoy procurando traer a mi vida es el amor verdadero, el incondicional y me hace muy feliz, me llena de alegría poder vivir eso dentro de mí y poder verlo en acción hacia él, ya sea con mi silencio o lo que sea que la vida me presente.

Me he encontrado con un término muy hermoso, creo que es del taoísmo: "Wu Wei", es algo complicado de explicar quizá, además de que no soy estudiosa de esa filosofía, pero me resonó en mi interior una explicación que encontré sobre el crecimiento de una flor, o la naturaleza del agua. Y es que simplemente dejas que todo sea, sin intervenir, sin hacer esfuerzo. Eso esta genial, porque no te desgastas, dejas de querer controlar al mundo, de querer intervenir para conseguir algo a tu favor.

Y ese Wu Wei, me lo imagino como una sustancia invisible, o como un hilo que se enreda en todo, que nos envuelve a todos, a lo vivo y a lo no vivo, por eso las plantas crecen, la lluvia cae, los planetas giran alrededor del sol, las células se dividen y el amor habita dentro de mí. Y justo en este momento, todo lo que esta ocurriendo, ocurre y no se puede controlar, el hilo anda por ahí.


miércoles, 29 de julio de 2015

Quien soy

Esta noche pensaba escribir una entrada para describirme, en especial para escribir sobre mi personalidad, más que sobre mi físico. Pero luego me dio mucha flojera porque no sabía cómo empezar, aunque tengo la idea en mi cabeza.

Así que sólo diré que lo soy todo: llevo conmigo la esperanza y la desesperanza, la alegría y la tristeza, el odio, el desprecio, el coraje, la felicidad, el llanto, la risa, la ira y la desesperación, llevo conmigo miedos y un costal de ilusiones, la racionalidad, el impulso, la honestidad y un poquito de mentiras, la vergüenza, el orgullo, el enojo y el agradecimiento, la aceptación y el rechazo, la nobleza y el resentimiento y claro también el amor.

Soy una persona completa, que durante mucho tiempo intenté ser mejor y eliminar de mi persona todo aquello que consideraba que no era bueno ni bien visto: desde la gordura, una carrera profesional, hasta el hecho de ser demasiado enojona y quejumbrosa. Intenté quitar todo eso en mí, lo rechazaba y sufría mucho por no ser perfecta. A todo esto le puedo añadir mis múltiples equivocaciones y tropiezos a lo largo de mis casi 28 años, que me han hecho sentirme muy culpable y fastidiada por ser quien soy y por la vida que había vivido.

Hasta que poco a poco me he ido dando cuenta que tengo todo este montón de cosas que a veces calificamos de negativas y que tememos mostrar por temor a ser juzgados, rechazados o que no nos amen, o al menos, así lo era para mi. Poco a poco ha dejado de irme importando todo eso, ya no me importa cambiarlo, creo que está bien. No ha sido fácil y sé que aún me falta mucho para estar en paz siendo como soy y habiendo vivido lo que ya viví y que no me ha gustado.

Al día de hoy me veo ya no como esa persona completamente inmaculada, cual si de vestiduras blancas se tratará, toda perfecta la muchachita; ahora me veo como alguien que ha ido teniendo heridas a lo largo del camino, con unas partes que están algo desgastadas, que tiene llagas en los pies porque el camino le ha cansado, pero todo esto le ocurre a todo mundo, porque todos hemos entrado al ring de la vida y es inevitable no salir con las ropas desgastadas.

Hoy por hoy lo que me interesa es tratar de decirme, "ey está bien", no importa qué o por qué esté pasando y amarme cada que pueda, porque no es algo que ocurra nomás por decirlo, requiere de estar todo el tiempo tratándote bien a ti misma y yo a veces a la primera ya me estoy maltratando con un pensamiento que no tiene nada que ver con el amor a uno mismo.

Y aunque por todos lados leo y escucho que te ames y ames a los demás, al día de hoy no tengo energía para hacer lo último. Ahorita sólo me quedan ganas, fuerza y energía para amarme a mi, porque tengo casi toda mi vida sin hacerlo y en cuanto a los demás, pues al menos espero no dañarlos ni lastimarlos, aunque no me interesa amarlos, al menos no de momento.

Pues sí, soy todo y llevo todo el universo dentro de mí, así como tú que ahora me lees.

miércoles, 1 de julio de 2015

Un conocido me mando un video en el que describen a esas mujeres que tienen un pensamiento mágico. En resumen lo que expresaban en ese video era que hay mujeres que van a la zapatería ven unos zapatos color rojo y ellas lo quieren en negro, pero en ese color no los fabricaron y por consiguiente no los compran. Y luego hacían la anología con las relaciones de pareja de esas mujeres, diciendo que jamás estaban conformes porque sus pensamientos mágicos las hacían tener grandes expectativas y la realidad estaba por debajo de ellas.
Este conocido subió ese video a Facebook y me etiquetó, como diciéndome: te están describiendo querida. Y saben qué, es cierto, sí soy muy exigente, muy probablemente nunca conozca a alguien a quien pueda aceptar por completo como para compartir mi vida, quizá eso en momentos no me hace sentir bien y quien supiera todo esto, seguramente me diría que tengo que cambiar mi actitud y que estoy mal por ser y pensar así. 
Pero la realidad es que no me importa, ni me dan ganas de cambiar y puedo reconocer que esté mal por tener expectativvas muy altas respecto a un hombre con el que pueda tener una relación sentimental, pero a la conclusión a la que llegué con todo esto es que yo soy la principal persona que me estoy torturando con todo esto. Parece que la mayoría de las personas te juzgan y no porque esté mal que una mujer sea tan exigente, lo que está mal es que una mujer por ser exigente, no pueda conseguir a un hombre. Quizá por eso me he sentido tan presionada y juzgada durante mucho tiempo: porque si no tienes una relación de pareja, algo está mal contigo, estás fuera de lo normal, tienes problemas por se tan exigente y tener altas expectativas de la vida y de los demás, eres una amargada porque no estás dentro de una relación. Y con toda esta presión social que siento a diario dentro de mí, siento como si no estuviera cumpliendo con un requisito tan importante y fundamental en la vida, como si cada día que pasará estuviera reprobando una de las materias más importantes para aprobar en la vida, porque no he conseguido eso que todo el mundo dice debemos de tener. Todo esto parece que se me metido en la cabeza como si fuera un software que se activa nomás abro mis ojos en la mañana y me siento mal por no poder cumplir con ello. Es como si me dijera día tras día: tengo que tener una pareja o hay algo que está mal en mí, no tienes lo que todo mundo busca. Creo que no es que "tengo que tener una pareja", me gustaría más que se dijera "estoy en una relación porque quiero".
Y la cuestión es que no quiero, pero toda esa presión que siento me hace sentir mal. Sólo yo se mi historia y lo que me ha tocado vivir en este aspecto de la vida y sí, quizá a veces sí me duele no estar con alguien, pero creo que sufro más y me tortura más estar con alguien, porque nunca ha sido lo que espero. Si pienso en mi estabilidad emocional cuando estoy con alguien y cuando no lo estoy, me siento más equilibrada, sana y ecuánime en la segunda opción. Así que al diablo con si soy demasiado exigente y estoy sin pareja por ello, mi tranquilidad me es más importante.

martes, 9 de junio de 2015



Hace varios años mi padre me dijo que era una prostituta. El día de hoy mi hermano me ha dicho que nunca antes había odiado tanto a una puta persona como yo, así que ya llevo dos puteadas en la cuenta. La primera vez estaba pasando por una crisis emocional de la que no lograba salir y eso acrecentó más mi dolor y el poder salir de esa situación tan difícil para mí en la que me encontraba. Esta vez, al recibir esas palabras de mi hermano, también comencé a sentirme triste, con un nudo en la garganta, pero luego me dije: ¿Por qué he de estar triste si eso que acaban de decirme no es cierto y nunca lo ha sido? Eso es algo que vino de mi hermano y por lo tanto es de él y no mío, entonces,  ¿por qué me ha afectado?
Según lo mucho que he leído, la psicología me dice que de acuerdo a mi personalidad, soy una persona altamente sensible y por eso, detalles que pasarían desapercibidos para los demás, yo tiendo a magnificarlos, para bien o para mal. Así que ya se imaginarán qué tanto puede llegar a afectarme un pequeño comentario.
A lo que voy con todo esto es que me dí cuenta que no me sentía mal porque me hubieran dicho que era una puta, estoy muy segura de mi integridad como persona. Tampoco es que estuviera triste por mi hermano, porque él fuera así. Lo que me ha dolido es que personas que son muy importantes para mí, me regalen palabras tan feas y el dolor tampoco viene de ahí, sino precisamente de que SON PERSONAS IMPORTANTES PARA MÍ y esto me causa un torbellino.  Y es entonces cuando no entiendo por qué las personas que quiero y que creo que me quieren, me hacen este tipo de cosas.
Pero sin embargo, por motivos desconocidos, sigo teniendo a esas personas dentro de mi corazón y les amo y me importan bastante, aún cuando muchas veces yo no recibo el mismo trato.
Alguien un día me dijo algo muy, pero muy sabio:

LO QUE MÁS CUESTA ENTEDER ES QUE AQUELLO QUE TÚ TANTO NECESITAS, NADIE TE LO VA A DAR.

Je, te lo das tú mismo o te quedas sin ello, no hay de otra.

Este no es un ensayo sobre la ceguera


Se dio cuenta que quizá lo único que andaba buscando era que alguien la mirara, que le importara todo lo que decía, cualquier mínimo movimiento, cualquier gesto, si llevaba los labios cereza o rosados, si bostezaba o se reía, cualquier ligero destello, que a ella le hiciera saber que alguien la veía, que no pasaba desapercibida, que era importante para alguien, que su existencia tenía sentido.

¡Qué forma tan denigrante de definirse! Sólo así podía constatar que ella era; cual niña haciendo malabares, monerías por captar la atención de los otros, danzando de aquí para allá, esperando captar la atención de un caminante.

Por eso buscaba que la vieran, porque estaba ciega ante sí misma.

martes, 12 de mayo de 2015

Un alma libre es muy rara.

                                       Fin de la historia.





sábado, 9 de mayo de 2015

Si es el sueño de toda tu vida, lo que más amas, lo que más te apasiona

al menos deberías de creer que es posible.



Si no, no estés perdiendo tu tiempo y continúa.




Me digo a mi misma.

viernes, 8 de mayo de 2015

x = 8

Si intentas si quiera por un minuto tratar de definir al amor, lo único que vas a hacer será limitarlo: el amor es esto o lo otro, esto si pero aquello no. Y el amor es ilimitado, porque puede estar presente en cualquier instante, si lo dejas, si te atreves a verlo. Decir que es ilimitado no es definirlo, porque al decir que es ilimitado, no lo estás limitando y por ende, no lo defines.

Tampoco podemos decir que las personas no aman, cada quien ama como puede, con lo que puede, de acuerdo a su proceso, con aquello que es de su misma vibración y no por eso mi amar es mejor o peor que el de otras personas, cada quien va haciendo lo mejor que puede, de acuerdo a lo que vino a aprender a esta vida.


Quédate en tu corazón, no hay por que seguirlo

El verdadero amor no quiere hacerte sentir carente de algo. Cuando pides que algo pase, es porque te sientes carente de ello, por eso lo pides, porque crees que no lo tienes y entonces no lo tendrás, porque el amor no te llevará a reforzar tus carencias, lo que el amor desea es llevarte hacia la plenitud. El amor no funciona así de: ten te doy esto que me dices que no tienes, que te hace falta. Porque entonces el amor te habría juzgado de un ser carente de algo y el amor te ve completo, ve las dos partes de todo eso que tú separas y lo más bonito es que el amor no te juzga.

Por eso quédate en tu corazón, no hay por que seguir al corazón, ni que se te estuviera escapando. Y una vez que estés donde mismo, estarán en el camino. :D





jueves, 7 de mayo de 2015


No des amor
AMA.

El amor no es sustantivo, es verbo.
Dar es AMAR.

Al dar ya estás amando.
Las personas no necesitan amor, ya lo lleva cada quien dentro, sino, no podríamos AMAR, lo que uno debe buscar es AMAR, no dar amor.



All you need is...

Ayer un profesor e investigador muy reconocido en su ámbito académico me pregunto que qué era ser un maestro. Le respondí que para mí, ser maestro es convertirte en el ejemplo que quieres ver en el mundo. Y ahora entiendo, por qué a Jesús se le conoce como un maestro. Él enseñó que hay que amar a los otros como así mismo.
Hoy me enteré que una de mis primas se ha ido a internar a una clínica por una especie de crisis y de depresión, creo que estas cosas mentales ya lo traemos de familia, pero no lo veo como algo malo o de lo que me tenga que avergonzar. A mi, mis crisis me han permitido vivir de una manera muy profunda la vida. Mi prima vive en otra ciudad distinta a donde yo vivo y sé algo de sus experiencias de vida, en algunas cosas me he sentido identificada con sus sufrimientos. Pensaba que ella, así como yo lo he hecho y todos en algún momento, anda buscando algo que le ayude a salir de ese lugar oscuro.
Para mí, la búsqueda de ese antídoto mágico ha llegado a su fin. Como ya lo mencioné en otra publicación, el amor es la respuesta a todas las preguntas, a todos los conflictos, a todos nuestros problemas. En eso es en lo que creo firmemente. Pero... aún estoy en el proceso, hay momentos en que aún mi ego se interpone y quiere hechar todo esto abajo, me quiere llevar a ese estado donde he vivido tantas veces.
Esa niña que creía que el amor salvaría a su familia, dejó de creer en que de verdad el amor todo lo puede, pues nunca vio que su familia permaneciera unida, así que creo que se confundió y dejó de creer, ya no vivió nunca en estado de amor.
Esa niña soy yo ahora en versión adulta y creo que el amor todo lo puede, pero ahora hay que poner esa creencia en práctica. Si yo de verdad creo que el amor lo abarca todo, entonces me gustaría ser un ejemplo vivo de esa creencia, quizá con esa conversión mía hacia el amor, pueda servirle a los demás para también creer en el amor y que esas personas, también elijan vivir en amor, porque tengan una prueba de que de verdad el amor puede con todo. Así me gustaría que mi prima, por lo que sea que esté pasando, se encuentre con el amor y no sólo ella, todo el mundo y que yo también. Así sea.

Sabiduría infantil

¿Cómo puede una niña de apenas cuatro años decirle a sus padres que se den un beso cuando se despierta por la madruga al escuchar los gritos entre ellos a causa de alguna discusión que ella no entiende ni tiene idea?

Una niña de cuatro años apenas y ha vivido, ¿cómo podría ella saber la solución a un conflicto de dos adultos con más años que ella viviendo?

¿De dónde le vino la respuesta a esa niña?

-Papitos por favor, ya no peleen, sólo dense un beso-, les dijo ella. Estaba en medio de los dos y les tomaba de la mano.

La niña sabía naturalmente que el amor podía terminar cualquier discusión, nadie se lo habia dicho, no lo había leído en ninguna parte pues no sabía leer, tampoco lo había escuchado de nadie, pues la niña jugaba con otras niñas, no se sentaba con ellas a platicar de problemas matrimoniales como para que le hubieran dado ese consejo, tampoco lo vio en la televisón, ni en la escuela recibía esas lecciones, ella simplemente lo sabía. Era su sabiduría interna, esa con la que uno nace, pero luego quién sabe cómo lo olvidó.

O tal vez no, uno siempre vuelve al origen, si abres bien los ojos, puedes volver a ver como cuando eras niña o niño.


martes, 5 de mayo de 2015

El verbo más frustrante: TENER

Si todo aquello que dices que "tienes que hacer", realmente no tuvieras que hacerlo, ¿lo seguirías haciendo?
En mi caso por ejemplo, "tengo que leerme el día de hoy mínimo unos diez artículos de ciencia". Creo que realmente, en lo más profundo de este argumento, no tendría por qué hacerlo, si uno se diera cuenta que de verdad no tenemos por qué hacer algo con el tener que de antesala. Me refiero a que si esta vida se me ha dado, lo menos que podría hacer es aprovechar la oportunidad para hacer lo que sea que haga, por el simple de hecho de que quiero hacerlo y no por que tenga que hacerlo. Como si alguien más viniera y me obligara.
A mi me da la impresión de que la mayoría de los seres humanos no hacemos las cosas porque queremos, es decir, porque nos nace hacerlo, porque de corazón creemos en ello, sino más bien que hacemos las cosas porque creemos que tenemos que hacerlas, porque todo es un medio para llegar a un fin.
Quizá el ejemplo más común es el trabajo, pues también es en el que percibo más frustraciones e insatisfacciones. Las personas casi siempre, van al trabajo porque TIENEN que tener dinero para comer, TIENEN que mantener una familia, TIENEN que pagar sus deudas, TIENEN que tener más dinero, y muy pocas van al trabajo porque QUIEREN ir al trabajo. El trabajo es el medio para obtener otro fin y ese fin para obtener otro fin y así la cadena, hasta que llegues a un fin, que supuestamente te lleve a la felicidad y a una vida plena. Casi nadie va al trabajo, por el trabajo en sí. A veces esto también pasa con nuestra alimentación: comemos porque tenemos que comer, pero no porque de verdad queramos comer. Tenemos que limpiar nuestra casa, pero muy rara vez limpiamos la casa porque queremos limpiarla, así simplemente. Tengo que tomar agua, tengo que llamarle a fulanita, tengo que ir al supermercado, tengo que bañarme, tengo que sacar a pasear al perro, tengo que escribir tal cosa, tengo que ir a tal lugar, tengo que enviar esto por correo; casi nunca le impregnamos el quiero o me causa satisfacción hacer tal o cual cosa
Por eso funciona tanto todo aquello que te habla de conseguir una meta, porque te motiva a estar haciendo una determinada cosa para lograr otra más adelante, porque con lo que estás haciendo justo en este momento, no es suficiente, esa no es la meta, eso no es lo que tú realmente quieres, eso es lo que tú TIENES QUE hacer para llegues a lo que tú QUIERES SER. Es utilizar todo lo que está a tu alrededor como una escalera, pero la escalera no parece importante en todo este juego, usamos a las personas, usamos a las cosas, para nuestro beneficio, para conseguir algo. Y la verdad es que a nadie nos gusta como suena eso de ser utilizados. No es que esté en contra de perseguir una meta, pero hay que ir cuidando el enfoque en lo que llega ese momento que uno le llama meta, porque si el agradecimiento no está presente hacia todo aquello que utilizamos para conseguir esa meta, entonces se convierte en un asunto de tu ego. Como cuando vas a la tiendita de abarrotes y la señora corajuda que te atiende se convierte en un medio, una especie de objeto que sirve de mediador para que te de el gansito que quieres comerte, pero a menos que la consideremos nuestra amiga, esa señora fue utilizada por uno y no fue vista como parte del proceso por el cual tu gansito llego a tus manos y ahora lo estás comiendo. No está ahí para ser utilizada, sino más bien, para participar en tu vida, así haya sido el que pudieras disfrutar de ese pan lleno de chocolate por unos minutos.
Si contaramos las veces que usamos la palabra tengo que en el día, de verdad que serían bastantes. Y así se va llenado el día a día, haciendo un montón de actividades que tenemos que hacer y muy poquitas de las que queremos hacer, y lo digo por experiencia personal; cuando en realidad, el mejor disfrute es invirtiendo esa relación: hacer muchas cosas porque es lo que de corazón nos nace y unas pocas porque tenemos que hacerlas.
Es muy triste pasar tantos años de tu vida haciendo las cosas por obligación, qué forzada es una vida así. Hay un abismo muy grande entre hacer las cosas por deber de o tener que, al hacerlas porque es lo que tu corazón te pide, por eso...